Se requiere un servicio personalizado de entrenamiento para embarazadas, con el objetivo de ayudar a tener un parto menos doloroso y mejorar la salud en general. El entrenador personal debe ser una persona experimentada y cualificada, con capacidad para adaptarse a las necesidades específicas de cada cliente. La sesión debe incluir ejercicios de tonificación y fortalecimiento del suelo pélvico, así como recomendaciones nutricionales personalizadas para apoyar el proceso de embarazo.